CoEquipo para generar autoconciencia

Inicio / Blog / CoEquipo para generar autoconciencia

CoEquipo es la metodología de trabajo que integra los circuitos emocional (depósito de energía accesible a todo el ser humano para generar movimiento), cerebral ( neocórtex, uso consciente de los cuadrantes cerebrales y autoconciencia) y físico (donde observar y evaluar nuestro grado de dominio en la utilización de nuestras emociones y nuestros procesos del pensamiento)

Cuando a nuestros hijos se les presenta una situación nueva “me falta una de mis cartas pokémon favoritas”, el corazón, como buen piloto automático, se acelera. La información captada podrá tomar diferentes caminos correspondientes a distintas partes del cerebro, lo que entrañará una serie de reacciones físicas, emocionales y mentales más o menos adecuadas a la situación y que determinarán la calidad de las demás experiencias.

A los adultos nos sucede prácticamente lo mismo. En todo momento nos llegan multitud de informaciones a las que debemos dar un cierto tratamiento, ¿cómo reaccionamos en ese nuevo contexto?

Nuestro sistema límbico, concretamente la amígdala cerebral, únicamente necesita encontrar alguna similitud, por remota que sea, entre ésta y alguna de sus memorias pasadas, para que desencadene una serie de reacciones, sentimientos, pensamientos y acciones. ¡Todo este proceso es inconsciente! Entonces, si no nos damos cuenta, ¿qué podemos hacer?.

En primer lugar, tomar conciencia de nuestros pensamientos, de nuestro modo de interpretar lo que sucede (teniendo presente que nuestra percepción de la realidad no es la única realidad). Escribirlo o en el caso de los niños, dibujarlo, podría ser uno de los pasos para iniciar esta apasionante aventura.

Os muestro las propuestas de pensamiento de David y Alejandro, de 10 y 12 años.

Los niños, que de forma natural son altamente proyectivos, pueden visualizar y crear claramente incluso una escena que no ha llegado a ocurrir, pero que da soporte a su manera de pensar. (David imagina a Álex sacando todas sus cartas Pokémon del álbum). Reconoce que hoy no ha ocurrido, pero que en alguna otra ocasión pasada sí y por eso se lo ha imaginado más fácilmente.

El cerebro está haciendo perfectamente su trabajo: pensar. Sin distinguir lo real de lo imaginario.

El segundo paso consiste en generar autoconciencia, desde la corteza cerebral, analizando más profundamente y con detalle lo que nos sucede, para moderar, adaptar o incluso inhibir reacciones que nos hacen daño a nosotros mismos y a los demás.

Identificar lo que sentimos y poner nombre a nuestras emociones.

Alex prefiere expresar cómo le duele la cabeza y la pierna derecha (esquema de somatización corporal)

David refleja en su dibujo cuáles son sus dos formas de reaccionar (que reconoce son las más habituales en él)

La utilización del cerebro límbico es automática, inconsciente; sin embargo, la del córtex es opcional, resulta de una decisión consciente.

Una vez nos situamos en la corteza cerebral, tenemos ante sí caminos totalmente diferentes. Parar para conectar con uno mismo, permitirnos expresar lo que sentimos y compartirlo con quienes más nos importan, nos hace sentir alivio y desde ahí, podremos generar soluciones que suman a todos.

*Por cierto, la solución surgió de ellos mismos, una hora más tarde de compartir sus reflexiones con mi marido y conmigo, lo que supuso disfrutar de una tarde maravillosa de piscina y paseo de mascotas los dos hermanos juntos.

No me creas, experiméntalo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *