El beso es una de las formas más comunes de expresar afecto y pasión entre los seres humanos. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado qué sucede en tu cerebro cuando besas a alguien?
En términos de neurociencia, un beso es una experiencia multisensorial que involucra a múltiples áreas del cerebro. Cuando nuestros labios se encuentran con los de otra persona, nuestros sentidos se activan, y una cascada de reacciones químicas y neuronales se desencadenan en nuestro cerebro.
Por ejemplo, la estimulación táctil de los labios y la lengua activa las terminaciones nerviosas en la boca, lo que envía señales al cerebro para liberar una serie de neurotransmisores, como la dopamina, la oxitocina y la serotonina. Estos neurotransmisores son responsables de hacernos sentir bien, euforia y felicidad.
Además, cuando besamos a alguien, nuestros cerebros también liberan hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas pueden acelerar nuestro ritmo cardíaco y aumentar nuestra presión arterial, lo que nos hace sentir más alerta y despiertos.
En resumen, besar a alguien puede ser una experiencia intensamente placentera y emocionante, gracias a la liberación de neurotransmisores y hormonas del estrés en nuestro cerebro. Por esta razón, el beso es una forma poderosa de conectarse con otra persona y demostrar afecto.
En el Día Internacional del Beso, recordemos que los besos no solo son una forma de mostrar amor y pasión, sino que también pueden tener efectos beneficiosos en nuestro bienestar emocional y físico. Así que no tengas miedo de dar y recibir besos, ¡tu cerebro te lo agradecerá!
¡Desde CoEquipo os mandamos un beso!