En la última semana del mes de octubre, estuvimos de nuevo en la Universidad Complutense de Madrid, precisamente en la Facultad de Economía, asignatura Economía Internacional, para la segunda sesión de impacto CoEquipo.
De la mano de Elena Martínez del Hoyo, creadora de CoEquipo, y de Ignacio Hernández Gil, psicólogo y miembro del equipo de formación de CoEquipo, los alumnos, entre otros, aprendieron más sobre el uso del cerebro y entendieron cuál es la frecuencia cerebral que mejor utiliza cada uno de ellos.
De acuerdo con el modelo de los cuadrantes cerebrales , se tienen en cuenta los dos hemisferios cerebrales y las dos capas superiores del cerebro, lo que nos da como resultado unas características muy específicas de cada zona, que se llaman preferencias cerebrales, identificadas con colores específicos. Estas hacen que cada persona con una preferencia cerebral o un color determinado se comporte de determinada manera. Afecta, por ejemplo, especialmente cuando formamos un equipo de trabajo. Ninguno es un solo color, y todos participamos de los cuatro colores. Localizar el color que uno más ha desarrollado inconscientemente permite conocerse mejor y enfrentarse al reto de conquistar el resto de colores.
Importante resaltar que, como tenemos todo el cerebro completo, también disponemos de todas las áreas de todos los colores en mayor o menor grado. Y lo mejor, que podemos llegar a desarrollar aquellos que están en menor proporción. Necesitamos todas las secuencias cerebrales para llegar a asumir cualquier proceso de liderazgo o incluso simplemente para sacar lo mejor de uno mismo. Cualquier color bien gestionado en esencia suma. Los colores mal gestionados restan, cosa que a los alumnos les encantó.
Según Elena, es muy importante entender qué color es el más desarrollado en cada uno, efectuar un “diagnóstico de nuestro statu quo cerebral”. Una vez que descubrimos y asumimos quiénes somos hoy, podemos enfrentarnos el reto de conquistar el resto de los colores.
Ignacio Hernández, que compartía la formación con Elena, les propuso un ejercicio desde el Mindfulness para la situación en el hemisferio derecho. Después Elena, de igual modo, a través de otro ejercicio práctico los llevó al hemisferio izquierdo de manera consciente, lo cual les permitió ver cómo necesitaban los cuatro colores para obtener el máximo potencial en sus vidas. Fue curioso y significativo ver como decían ¡soy azul!…, ¡yo soy verde… Así que muy bien; todo muy gratificante.
Una experiencia muy positiva. Ni siquiera un examen de los alumnos post formación impidió la presencia de la mayoría. Si hubiese sido una clase normal, seguro que hubiera faltado más gente, comentó la profesora a Ignacio; quien, como otras veces y trabajando con Elena, se sintió muy cómodo y a gusto, aseguró que con ella es muy fácil estar en las formaciones.
Ambos formadores coincidieron en que los alumnos permanecieron muy atentos, de verdad interesados en saber más sobre el cerebro, en conocerse más a sí mismos y en otras cuestiones. Enseguida absorbieron como esponjas toda la información que les fue transmitida.
En CoEquipo decimos siempre que estas cosas no hay que creérselas, que es vital experimentarlas. Sólo así sabremos hasta qué punto somos capaces de generar, crear y hacer posible todo aquello que seamos capaz de soñar.
Próximos cursos CoEquipo:
– 13 y 14 de Noviembre en Madrid
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