«Las cosas no hay que creérselas, hay que experimentarlas»

«Al empezar un proceso de coaching, quien participa tiene solo unas expectativas de mejora, pero pocas certezas sobre el beneficio. ¿Cómo puedo cuantificar una posible mejora profesional?, ¿es un curso caro?, ¿obtendré conocimientos solo teóricos, sin valor en mi día a día? Y, sobre todo, ¿es necesario en este momento en que estoy tan ocupado, o falto de tiempo, o estresado…?

En mi caso personal, pasar por un periodo de reflexión interna sobre cuestiones como dónde vengo, qué hago y dónde QUIERO IR, ha sido una experiencia que estoy seguro me ayudará. De hecho, ya lo hace, no solo profesionalmente sino también con mi familia y amigos.

En un ambiente agradable, con sus momentos de tensión, eso sí, he comprendido las causas de mis éxitos y fracasos y cómo puedo mejorar mi capacidad para negociar, formar un equipo mejor y, en general, influir en los demás de manera positiva. Así que recomiendo a cualquier persona pasar a la «acción» con confianza y mente abierta. 

Joaquín Rus
Ingeniero y empresario

«Nosotros siempre decimos que las cosas no hay que creérselas, hay que experimentarlas».
Elena Martinez del Hoyo Vázquez (Creadora de CoEquipo)