Cuando tenemos un bebé, nos advierten: “Disfruta ahora que puedes; porque verás cuando crezca…”. Al comentar alguna dificultad con el bebé, nos dicen: “Eso no es nada, ya verás cuando crezca”. Si el pequeño va creciendo y muestra un poco de temperamento, exclaman: “¡Qué adolescencia te espera!”.
¿Qué ocurre cuando los niños crecen?, ¿se convierten en monstruos, o quizás es que preferimos la actitud pasiva de un bebé?, ¿o tal vez a los adultos nos asusta enfrentarnos a nuestros mayores miedos? En un hijo solemos hacer nuestras proyecciones y, si no vamos con cuidado, les traspasamos nuestros propios miedos.
¿No sería mejor advertir a los recién papás y mamás?: “¡Aprovecha toda su infancia para descubrir su potencial y ayudarle a desarrollarlo!”.
Cuando vaya creciendo, desarrollará su propia personalidad; te va a cuestionar, va a tomar decisiones con las que no siempre estarás de acuerdo, y lo mejor será que le permitas equivocarse. No lo sobreprotejas, porque lo convertirás en un ser inseguro. Cuando se caiga, no lo recojas; pero hazte presente y motívalo para que él mismo se levante y vuelva a empezar.
Esos papás y mamás, capaces de permitir que sus hijos crezcan libres de condicionamientos, descubrirán la magia de vivir con un adolescente, a esa persona con fuerza, con pasión, con ganas de vivir, implicada, que entregará cuerpo y alma por una causa con la que se sienta comprometida. Esa persona capaz de imaginar los mayores sueños y luchar para convertirlos en realidad. Esa persona que fracasará unas veces y triunfará otras tantas, y en cada fracaso o triunfo buscará a sus figuras de referencia, aquellos que le ayudaron a descubrir y desarrollar todo su potencial, sin cortapisas. La magia procede de la energía que transmiten cuando les permitimos crecer, ¡NO APAGUES SU LUZ!
Sin embargo, si esta reflexión te llega tarde, como a muchos, quiero que sepas que todo puede ser diferente. Solo necesitas un cambio de actitud; en CoEquipo tenemos un grupo de adolescentes viviendo una experiencia de toma de conciencia, de la mano de Elena Martínez del Hoyo y Victoria Eugenia García Martínez. Desde un análisis del concepto de autoestima, hemos trabajado con ellos el autoconocimiento, qué modelos atribucionales utilizan, cuáles son sus expectativas, cómo afectan dichas expectativas a sus objetivos y cómo establecer sus propias metas. Este trabajo finalizará con la construcción de un plan de acción para conseguir un objetivo concreto. ¿NO ES MÁGICO?
Victoria Eugenia García Martínez
Psicóloga y Coach